Nuevos comienzos

Monitor Central les da la bienvenida en esta nueva etapa en la que espero poder postear algo... Semanalmente estaré subiendo lo que lea, lo que adquiera, lo que vea, lo que creo y pedazos de lo que escribo. Espero sea así. Y recuerden...

Mi patria es mi biblioteca, es una patria pesada, pero por lo menos es una patria que se mueve. Rodrigo Fresán

Thursday, August 25, 2005

La Dama de Shanghai

LO QUE VEO...
La Dama de Shanghai(The lady from shanghai)

con Orson Welles y Rita Hayworth
Hay muchas cosas que ocurren por casualidad en la vida y una de ellas fue el que por mis ojos pasara esta película; privilegio y casualidad. Digo casualidad, porque hace unos días estaba leyéndome el libro Cine o Sardina de Guillermo Cabrera Infante (lastimósamente fallecido este año) y me topé con el capítulo en donde habla de Orson Welles como un verdadero apasionado del cine, un ènfant terrible que lo dio todo por su arte, del que es prácticamente su renovador (y uno de sus mejores artífices hasta ahora), llegando, incluso, a financiar sus propias películas. Debo confesar que hasta ahora sólo he visto tres películas de Welles, de las cuales sólo de dos recuerdo el nombre: Citizen Kane y The Lady from Shanghai y siempre había tenido una opinión preconcebida de sus obras, de que no eran tan buenas como Kane, pero me tuve que tragar mis palabras al ver La dama.

Bueno, retomando el tema, acababa yo de leerme el capítulo referente a Welles y al día siguiente me di cuenta de que pasaban la película en un canal local, en la televisión educativa, claro está. Y me sorprendió sobre manera: la actuación impecable de Welles, y la figura trágica de Hayworth, en la que, a pesar de estar todo el amor declarado hacia Welles, éste siempre se ve reticente a aceptarla, porque sabe que en el fondo es un tiburón, como el marido que la tiene apresada en una pesadilla alcohólica en un crucero alrededor de latinoamérica.
Les especifico la trama: Mike 0'Hara (Welles) salva a Elsa(Hayworth) de unos ladrones e inmediatamente se enamora de ella, Arthur Bannister, su marido se aprovecha de esta oportuna relación para embarcar a Mike en su yate privado en un viaje alrededor de latinoamérica. Una pesadilla alcohólica, negra, egoísta y perversa, secundada por el socio de Bannister, George Grisby, interpretado macabramente por Glenn Anders. En la que una terrible trama, llena de amores, odio y sobre todo, traición, terminan convirtiéndose en una obra maestra del siglo xx.
La forma de actuar de Welles es tan impresionante, sólo equiparable al estilo que instauró Marlon Brando por esos mismos años. Un estilo de fuerza teatral, más basado en expresiones y fuerza de palabra, que en emociones burdas sobreactuadas en la pantalla, elocuente, directo, retratando toda la dureza de un marino que conoce la vida, la ha recorrido y conoce las traiciones de la misma, de las traiciones de las mujeres y de toda la gente, que por eso vive una vida sencilla, porque en la complicación están los problemas. Por otro lado la Hayworth está en todo el esplendor de su belleza, dolida, pero en el fondo malvada, con las mismas pretensiones egoístas de su marido, que al final termina revelando ser de la misma calaña de Bannister y muriendo igual que él.
El guión firme, como sólo lo podía hacer Orson Welles en el que cada frase es un aforismo; Welles no habla, sentencia y como última frase del filme, me queda fírmemente grabada:
everybody is somebody's fool.

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